El demandado, que publicó en su página de Facebook fotografías de un jaguar como trofeo, niega el delito y afirma que se someterá a la investigación. Alude que sólo se jactó y que se arrepiente del hecho. De ser culpable podría ir a prisión entre 1 y 6 años. Se estima que en Bolivia se pierden al menos entre 150 a 200 especímenes de jaguares al año.
Santa Cruz, 30 de noviembre
Esta tarde Yanderik Kempff, directora de Recursos Naturales de la Gobernación, presentó una denuncia formal ante el Ministerio Público contra Humberto Masay. Se lo acusó de los delitos de caza, incitación y por destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional como se estipula en el artículo 223 del Código Penal y el artículo 111 de la Ley Nº1333 de Medio Ambiente. Kempff anticipó que de encontrarlo culpable podría ser pasible a una pena de entre 1 a 6 años de cárcel.
De acuerdo al procedimiento, la Fiscalía tiene 20 días para realizar las investigaciones correspondientes para luego exponer resultados. “Con exactitud no se conoce el lugar dónde se realizó este hecho, pero se presume que es en el Valle de Tucabaca”, señaló.
En las fotos que colgó en su cuenta de Facebook, el supuesto cazador lleva puesto el uniforme de la empresa Icaro Srl. La Región contactó a Álvaro Echinique, gerente general y representante legal de esta empresa, quien explicó que el reporte brindado por los trabajadores es que el animal habría sido cazado por pobladores de la comunidad de Candelaria donde la empresa está realizando trabajos y no así por ellos.
Echinique lamentó lo sucedido y explicó que en la empresa hay una orden expresa de que por ningún motivo los trabajadores destinados a campo deben de participar de ninguna actividad de caza. “En la empresa somos respetuosos con la naturaleza. Lamento profundamente lo sucedido con este animalito. Estamos analizado la sanción que se dará a este trabajador. El primer informe que me pasaron ayer domingo es ese: que ellos no mataron al jaguar y que sólo se sacaron fotos por farsear”.
Echinique nos facilitó el contacto con Masay quien ratifica la versión que brindó a sus empleadores. Sostiene que fueron algunos pobladores de Candelaria, lugar donde se tomó las fotografías, quienes mataron al animal. Aduce que tenían temor ya que el jaguar estaba acechando al ganado y ya había comido varios chanchos.
El animal de las fotos, cuyo nombre científico es Panthera onca, está distribuido ampliamente en Bolivia (Santa Cruz, Beni, Pando, Cochabamba, Tarija, La Paz), según explicó el biólogo especialista en conflictos ecosociales y áreas protegidas, Huascar Bustillos Cayoja. “Datos preliminares sugieren que se pierden entre 150 a 200 especímenes de jaguares al año en Bolivia”, explica el especialista.
Se trataría de una especie emblemática pero que tiene como principal amenaza la perdida de la cobertura vegetal de sus bosques lo cual incide en una disminución de las presas que le sirven de alimento; lo que le obliga salir de su área habitual y acechar al ganado en algunas comunidades. “Esto es el origen de una serie de problemáticas, como por ejemplo la cacería de ganado (vacuno, caprino) generando persecución directa para esta especie”, explicó Bustillos.
En tanto que Richard Rivas, director del área protegida Reserva Municipal de Vida Silvestre Tucabaca, ratificó que el ilícito no se cometió en este sitio pero que también están indagando el caso. “El hecho se ha suscitado aparentemente en el municipio de El Carmen y hacen alusión a Tucabaca por la proximidad con el río en la zona de Candelaria. El procedimiento a seguir sobre un proceso administrativo sancionatorio sobre el o los supuestos autores ya no es competencia nuestra como área protegida”.
«Lo hice sólo por farsear: me arrepiento»
Es oriundo de la comunidad de San Antonio de Lomerío, lo apodan Peji. Dice estar profundamente arrepentido porque después de que las fotos publicadas en su propio perfil se viralizaron está sufriendo el repudio público y ahora debe responder también ante la Fiscalía. La Región entrevistó a Humberto Masay este lunes 30 y él sostiene que no cazó al animal. Afirma que la foto fue tomada en la población de Candelaria el pasado jueves 26 de noviembre a la hora del almuerzo.
«El tema es que el día jueves, como soy parte de una empresa que está haciendo trabajos en el pueblo de Candelaria, cuando estábamos almorzando, llegan los comunarios con el animal muerto. Nos sorprendimos y vimos al animal. En ese momento nos tomamos fotos con el animal y eso fue lo que pasó. Mi peor error fue farsear y subirlo al Facebook. No sabía lo qué iba a pasar; no fui consciente de las consecuencias. Según lo que comentaron los comunarios, el animal ya estaba a 5 kilómetros del pueblo y estaba comiendo a su ganado y sus chanchos. Ellos reaccionaron y lo mataron cuando el animal estaba comiendo sus chanchos. Me siento mal, pido disculpas a la población porque soy una persona que nunca he cometido esto: nunca he matado un animal. Farsear: ese fue mi peor error. Me siento mal por alardear. No somos los responsables de la muerte del animal», declaró Humberto Masay.
Sin embargo, las críticas en las redes sociales no cesan y el pedido de justicia es común entre los internautas. “El subió como su estado de Facebook: arriesgando mi vida, cazando en Tucavaca. Las fotos que subió, las subió con la polera de una empresa constructora cuya labor pide estudios de impacto ambiental, que a su vez prohíben cacería de sus empleados. Espero que la empresa cuide su imagen y despida al señor”, comentó Steffen Reichle en su cuenta de Facebook .
El caso del jaguar de Tucabaca
Por *Huascar Bustillos Cayoja
Por paradójico que resulte en Bolivia a pesar de contar con varios niveles de protección de la biodiversidad en áreas protegidas (nacionales, departamentales, provinciales y privadas) no se avanzó lo suficiente para reducir en lo más mínimo las formas de cacería ilícita dentro de estas zonas de conservación y/o protección.
El jaguar cuyo nombre científico es Panthera onca se halla distribuido ampliamente en Bolivia (Santa Cruz, Beni,Pando, Cochabamba, Tarija, La Paz). Esta emblemática especie arraigada en el conciente cultural de muchos pueblos , tiene como principal amenaza la perdida de la cobertura vegetal de sus bosques. Esto genera una proceso de fragmentación y por la tanto una disminución de las presas que le sirven de alimento ; lo que le obliga a buscar otras fuentes de dieta fuera de su área habitual. Es el origen de una serie de problemáticas, como por ejemplo la cacería de ganado (vacuno, caprino) generando persecución directa para esta especie.
Algo muy importante es que el área de acción del jaguar es muy grande (más de 200 Km2), lo cual implica que una gran proporción de las poblaciones de jaguares en Bolivia no se hallaran en algún momento de su vida dentro de algún área protegida, lo cual incrementa exponencialmente su vulnerabilidad a la cacería y el conflicto con el humano.
A pesar de existir una ley que condena el maltrato y la matanza animal ( Ley N:700 promulgada en Junio del 2015), en Bolivia estamos aún lejos de cumplir en lo más mínimo la premisa de protección como refleja en este caso el Jaguar de Tucabaca cazado y violentado dentro o en cercanías de un área protegida.
El asesinato de este jaguar puede tener una pena de 2 a 5 años de cárcel y a pesar de su penalización; la cacería de jaguares en vez de disminuir va aumentando día a día. Datos preliminares sugieren que se pierden entre 150 a 200 especímenes de jaguares al año en Bolivia, lo que es una biocidio: un atentando directo a la estabilidad poblacional de la especie.
Es hora de que las leyes ambientales se cumplan en Bolivia. Llamamos a las autoridades competentes a cumplir sus realmente sus funciones y sobre todo que se propicien mayores sanciones para los cazadores furtivos que sin ninguna necesidad matan por placer a muchas mamíferos. De todas maneras, el caso del Jaguar de Tucabaca es la punta del iceberg de toda una estructura de matanza ilegal que en muchos casos lucra con la muerte de especies con un alto valor ecológico .
*Biólogo especialista en conflictos ecosociales y áreas protegidas
Lo que establece la ley
Ley del Medio Ambiente Nº 1333
Artículo 109.- Todo el que con o sin autorización cace, pesque o capture, utilizando medios prohibidos como explosivos, sustancias venenosas y las prohibidas por normas especiales causando daño degradación del medio ambiente o amenace la extinción de las especies, será sancionado con la privación de libertad de uno a tres años y multa equivalente al cien por ciento del valor de los animales pescados, capturados o casados.
Si esa caza, pesca o captura se efectúa en áreas protegidas o zonas de reserva o en periodos de veda causando daño o degradación del medio ambiente, la pena será agravada en un tercio y multa equivalente al cien por ciento del valor de las especies.
Decreto Supremo Nº 22641, 8 de noviembre de 1990
Artículo 1°.– Se declara la VEDA GENERAL INDEFINIDA para el acoso, la captura, el acopio y acondicionamiento de animales silvestres y colecta de plantas silvestres y sus productos derivados, como cueros, pieles y otros, a partir de la fecha del presente decreto.
Decreto Supremo Nº 25458, 21 de julio de 1999
Artículo 1°.– Se ratifica la Veda general e indefinida establecida en el Decreto Supremo Nº 22641 de 8 de marzo de 1990, modificándose el artículo 4 y 5 de la indicada norma, permitiendo el uso sostenible de algunas especies de la vida silvestre en base a planes de uso sostenible, estudios e inventarios por grupos taxonómicos, que determinen la factibilidad de su aprovechamiento y los cupos permisibles por períodos de dos años previa reglamentación que será aprobada por Resolución Ministerial del Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación.
Autoridad Ambiental Competente
A nivel departamental es la Dirección de Biodiversidad, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Sostenible del Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz. A nivel nacional es la Dirección General de Biodiversidad (DGB), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente.
(Datos proporcionados por Eduardo Franco Bertón, abogado ambientalista)
Fe de érrata: Este artículo ha sido corregido. Por error hacía mención a que la población donde sucedió el hecho pertenecía al municipio de San José de Chiquitos.
☎ Celular: +(591) 70079347 (Doly Leytón Arnez)
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